La película tiene dos ramas, una policiaca, simplona e infantil, llena de inverosimilitudes y agujeros, de los que es muestra el final, sin hospital ni denuncia (los que la han visto saben a qué me refiero); y una sentimental y dramática, que se adivina desde el principio y que es digna de la novela más rosa de la coleción jazmín (no sé si existe esa colección pero me suena). Para rellenarla, los actores pululan por la pantalla durante dos interminables horas, intentando imitar la vida real con desigual fortuna.
En fin, una mala y aburrida película, con los defectos de las películas españolas malas.