Preciosa serie costumbrista que, por desgracia, aquí no fue considerada como debería ser. Yo tuve la oportunidad de ver la mitad de la primera temporada en la Televisión de Galicia y me encantó, pero por desgracia la quitaron.
Para los que no la hayáis visto, os cuento un poco el argumento. Sarah Stanley, una niña huérfana de madre, tiene que ir a Avonlea, un pueblecito de la isla del Príncipe Eduardo, donde viven sus tías maternas, mientras su padre está fuera por negocios. La serie trata más que nada sus aventuras con los niños de Avonlea, los hermanos King y otros amigos que se unirán a ella en su día a día.
Pese a su sencillez, me encantaba esta serie. Y la música del opening era también muy bonita. Las aventuras, sin ser nada extraordinario, resultaban entretenidas. Pero, sobre todo, podías ver cómo crecían y maduraban los protagonistas hasta el final (creo que la serie duró 7 temporadas).
Me gustaría que se volviera a emitir en este país, porque tiene un cierto parecido con La Casa de la Pradera o Ana de las Tejas Verdes (esta última, basada en un libro cuya autora es la misma que escribió Camino a Avonlea).