Veneno para las hadas podría haber sido una película mucho más grande si Taboada se hubiese relajado y no hubiese intentado asustar con ella. Funciona muy bien como film de intriga, incluso puede llegar a producir algún escalofrío la malsana actitud de la protagonista, paradigma del egoísmo actual imperante, pero creo que no llega a ser terrorífica, entendiendo el término aplicado exclusivamente al cine. Las actuaciones, si bien son buenas, no sorprenden, llegando a estar exageradas en algunas ocasiones, lo que lleva al film por unos derroteros nada beneficiosos para el propósito de credibilidad final o global del mismo. Esto no significa que no haga que Taboada crezca un poco más en mi panteón fílmico, pues logra lo que otros sólo bosquejan con menos dinero y más imaginación.