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Voto de Maldito Bastardo:
7
6,8
2.144
9 de diciembre de 2006
66 de 81 usuarios han encontrado esta crítica útil
Allá en 1991, un joven que acaba de pasar de los treinta, cogió una cámara de 16mm y 23.000 dólares de aquel entonces; reunió a sus colegas y se convirtió en escritor, productor y director de su propia película.
Richard Linklater, así se llama(ba) el sujeto, dirigió su mirada a una juventud excéntrica con demasiada verborrea, tan holgazana como inquieta y tan marginal como perdida. Todo en Austin (Texas) durante un día.
A través de una estructura, donde cada personaje(s) toma(n) el relevo del anterior(es), siguiendo el legado de “El fantasma de la libertad” o “La ronda”, Linkalater ofrece un mosaico en clave de radiografía alternativa de los jóvenes americanos.
No es un filme para nada recomendable para masas. Se encamina hacia la gafapastada, los amantes de lo subversivo, seguidores del cine independiente y buscadores de rarezas inéditas.
Lo que sí queda claro es que esta juventud que refleja el filme de Linklater tiene poca esperanza de futuro, como ese genial y alocado plano final y la cámara que lo está registrando.
Richard Linklater, así se llama(ba) el sujeto, dirigió su mirada a una juventud excéntrica con demasiada verborrea, tan holgazana como inquieta y tan marginal como perdida. Todo en Austin (Texas) durante un día.
A través de una estructura, donde cada personaje(s) toma(n) el relevo del anterior(es), siguiendo el legado de “El fantasma de la libertad” o “La ronda”, Linkalater ofrece un mosaico en clave de radiografía alternativa de los jóvenes americanos.
No es un filme para nada recomendable para masas. Se encamina hacia la gafapastada, los amantes de lo subversivo, seguidores del cine independiente y buscadores de rarezas inéditas.
Lo que sí queda claro es que esta juventud que refleja el filme de Linklater tiene poca esperanza de futuro, como ese genial y alocado plano final y la cámara que lo está registrando.