Bajo la premisa del título —la actriz y cortometrajista— Natalia Mateo decide utilizar un perfecto escenario para una reunión familiar: la Nochebuena. Las reuniones familiares navideñas tienen ese extraño componente donde se entrelazan verdades y mentiras y donde las declaraciones y confesiones se ahogan en la pena de la bruma etílica y hogareña. Para ello en “Ojos que no ven” los hijos conspiran para que su madre ciega no se entere de la triste noticia de la muerte de su marido esa misma tarde en la residencia donde se encontraba.

No es que el disgusto sea un arma homicida o que las mentiras tengan las patas cortas, sino que la falsedad parte de uno mismo y de la ficción que uno representa. Natalia Mateo elige correctamente la comedia, innumerables situaciones cómicas y elementos que consigan hacernos pasar el fatídico trago que viven sus protagonistas... aunque lamentablemente no pudo igualar la retransmisión navideña de Telecinco con Belén Esteban pelando y comiendo langostinos.

El (C)orto fue nominado al Yoya, ergo, ¿votan ciegos?