“Stuck” es una de las mejores bromas macabras perpetradas por Stuart Gordon.
Los personajes siguen las normas, quiere hacer lo correcto, aquello que siempre les han dicho que era el camino por el que pasar: a uno le va de culo y a otra le va de frente…

Cruce de caminos. Él se salta la regla al pasar por un semáforo que le indicaba lo contrario… ella conduce drogada y con móvil (no es anuncio de la DGT pero podría). No es el fin del trayecto y tal vez debería ser una comedia más negra (el perro debería tener mayor protagonismo) aunque lo negro es esa ausencia de ayuda.

La protagonista auxilia (comercialmente y laboralmente) a los pacientes pero no es capaz de ayudar a un desamparado y los vecinos mejicanos no pueden denunciar algo que les obligaría a abandonar el país… Es un universo de la negación y de la imposibilidad de hacer lo correcto porque realmente es lo que equivocado. El mundo es totalmente egoísta, los personajes reflejan esa ausencia de humanidad que vive el reflejo terráqueo actual. Aquí sólo hay supervivencia y psicópatas que pueden estar en cualquier calle, en cualquier esquina o agarrando un volante.