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Voto de Maldito Bastardo:
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Aventuras. Fantástico
Tras el desastroso final de su anterior aventura, Carl Denham monta otra expedición y parte de nuevo desde Nueva York para regresar a la isla de Kong. Allí descubre a su hijo, un gorila blanco que simpatizará con los exploradores. (FILMAFFINITY)
17 de marzo de 2006
17 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la exitosa e imprescindible "King Kong" Ernest B. Schoedsack dirigió una secuela bastante prescindible y olvidable aunque curiosa.
Esta vez el gafe de Carl Denham (Robert Armstrong) regresa a la isla calavera para descubrir al hijo de Kong, un crecidito copito de nieve. Y digo gafe porque al igual que Angela Lansbury en "Se ha escrito un crimen" este hombre es capaz de llevar el caos y la destrucción por donde pasa.
El problema principal viene en alargar en exceso la llegada a la isla calavera. 30 minutos para un filme de 70 conociendo previamente el espectador lo que se van a encontrar.
No faltan las peleas con otros bichos y en realizar una desatinada película de aventuras. Con valores sobre la amistad incluidos.
Ha quedado mucho más desfasada que "King Kong". El filme original era cutre, mágico y entrañable al mismo tiempo. "El hijo de Kong" es una simple y ridícula caricatura carente de emoción. Aunque eso sí muy superior a "King Kong vive" (1986), carne desfasada de videoclubs en los ochenta y bodrio mayúsculo con macro absurda operación de corazón incluida.
Esta vez el gafe de Carl Denham (Robert Armstrong) regresa a la isla calavera para descubrir al hijo de Kong, un crecidito copito de nieve. Y digo gafe porque al igual que Angela Lansbury en "Se ha escrito un crimen" este hombre es capaz de llevar el caos y la destrucción por donde pasa.
El problema principal viene en alargar en exceso la llegada a la isla calavera. 30 minutos para un filme de 70 conociendo previamente el espectador lo que se van a encontrar.
No faltan las peleas con otros bichos y en realizar una desatinada película de aventuras. Con valores sobre la amistad incluidos.
Ha quedado mucho más desfasada que "King Kong". El filme original era cutre, mágico y entrañable al mismo tiempo. "El hijo de Kong" es una simple y ridícula caricatura carente de emoción. Aunque eso sí muy superior a "King Kong vive" (1986), carne desfasada de videoclubs en los ochenta y bodrio mayúsculo con macro absurda operación de corazón incluida.