Cruce descarado e indecente de “Alarma en el expreso” y “El rapto de Bunny Lake”. Y es que hay que ser bastante inocente para que alguien no se de cuenta de que “Plan de vuelo: desaparecida” es una tomadura de pelo y salida de tono de Robert Schwentke, como su diarreico argumento con guiños sci-fi: mira que hay que tener mala suerte para saber de cabo a rabo como va el avión, perder a tu hija y que te traten como un miembro de Al Qaeda por intentar recuperarla porque nadie te cree.

Su problema es el giro en el guión y aquí toma por la turbulencia directa o un pretendido pedo insonoro que acaba oliendo desdichadamente fatal.

Únicamente destacan 3 puntos:

1º) La gente se muestra de manera creíble: todo el mundo es un hijo de puta egoísta que no mira por otro ser humano.

2º) Rompe una lanza por la fobia anti-islamistas en aviones de pasajeros.

3º) Gracias a estas películas de encargo la Foster no volverá a estar en una entrega de los Oscars.