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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
7
6,4
33.629
Animación. Comedia. Western. Aventuras Rango es un camaleón que llega por accidente al desierto de Mojave. Allí se encontrará en el poblado de "Dirt", donde asola una grave sequía. De nuevo por accidente, se convierte en sheriff del pueblo. ¿Solucionará Rango el problema del agua? Film de animación del director de "Piratas del Caribe", con las voces originales de Johnny Depp (Rango), Abigail Breslin, Isla Fisher y Bill Nighy. (FILMAFFINITY)
23 de abril de 2011
28 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Es “Rango” un “Buscando a Nemo” al otro lado de Pixar? ¿Al otro lado de ese gran desierto de ideas (y copias) con ese oasis que incluye títulos “Toy Story 3” o “Up”?
‘Todos tenemos que hacer nuestro propio viaje’, nos cuentan en la película y también el espectador realiza un viaje, en esas carreteras llamadas cine de animación, en el que cada vez aparecen más hoteles peligrosos (seguramente regentados por un Norman Bates renderizado) en los que parar, repostar, fijarse y disfrutar se convierte en una tarea prácticamente imposible.

“Rango” tiene truco y narrador que nos cuenta una historia por escribir. La pluma, por lo tanto, es libre y el juego de actuación inicial invita a la rareza, al descoloque y al juego metaficcional. La película del director de “Un ratoncito duro de roer” es una historia que arranca desde la búsqueda de otra sin trampa ni cartón (aunque con sobredosis de LSD). Puede ser vista como una trascripción del propio pueblo americano: raro, extranjero y sin identidad propia. Erigido y esculpido desde la ley del oeste, pulido por el western a nivel cinematográfico, y creador de falsos héroes y mitos por el boca-a-boca. Poco-a-poco ese manifiesto imperialista quedó relegado, como vimos en “Pozos de ambición”, al capitalismo solitario a golpe del futuro bien universal: el agua contante y sonante. En sueños en el espejismo del desierto. ¿Es ese guiño al Tatooine de “Star Wars” del enésimo énfasis del cine comercial americano? ¿El de la espectacularidad como entretenimiento de alcanzar el corazón de los espectadores? Toca corromper los géneros a golpe de spaghetti western, de la parodia de la referencia y de cantar en vez de narrar. Ese así como se consigue el estilo propio y como se consigue hacer una película para todos los públicos perpetrada con oficio e inteligencia.

Aquí la etiqueta sobra porque se juega al beneplácito de la rareza sugestiva a golpe de referencias y agudeza por los secundarios. Las aventuras y el reciclaje, la paranoia de lo ambiguo y la actuación como salvación. “Rango” es cine de entretenimiento inteligente puesto al servicio del camaleónico star-system y de la sobredosis de agilidad en la acción. Pura delicia entre ojos saltones y aves incorregibles de corral. Moldeado al guante de su carismático y cambiante protagonista que se funde con ese Johnny Depp digitalizado que da vida por movimientos a su álter ego animal: el gatillo más rápido de un oeste reciclado y reinventado.
Maldito Bastardo
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