Como una de Chuck Norris pero sin Norris. Sin sudoración excesiva, sin acción, sin patada voladora, con selva pero compuesta y sin novio, vamos. “Rescue Dawn” dudo que entre en una secuencia de montaje sobre la filmografía de Herzog. Tiempo al tiempo. Como mucho como curiosidad. No es demasiado autoral salvo el escenario y la recta final. Tampoco su pequeño estreno americano en una fecha tan cercana y exacta a la leyenda, 4 de Julio de 2007, para distribuirla semanas después aumentando su número de copias.

Tiene méritos aunque sobre todo para Christian Bale, que se confirma como uno de los actores más destacables… para comer gusanos vivos. Convierte la acción en un surviving horror creíble y dramático con una historia que está basada en hechos reales. Tufillos variados aparte tiene algún momento recordable. La primera parte es el encierro y cúmulo de putadas a las que someten a un grupo de soldados norteamericanos que en la actualidad posiblemente enlacen directamente con “Hostel”.

El filme gana en el momento que consigue dar algo más de fondo a la huida. Lo normal en el género era un rescate y exterminio del captor o una elipsis en el momento de la fuga. Aquí Herzog, fiel a su filmografía, confiere cierta crueldad e ínfulas de pesadilla a esos pasajes. Desde el desconcierto hasta el absoluto terror, con espasmos gores, “Rescue Dawn” gana por ser un retortijón en el estómago a un género y guerra tan trillada como escasamente seductora. ¿Conexiones con el presente? Las películas de Vietnam sin Chuck o un familiar no son lo mismo… Dejaron de hacerse por eso, que nadie lo dude. Aunque el director de “Aguirre, la cólera de dios” es uno de esos a los que les define la palabra ‘contracorriente’.