Succubus, Dracula, Eugenie...

No importa que sean demonios, brujas, hipnotizadores, cameladores, pervertidores o en última esencia poseedores y poseídos (aprovechando en el título el éxito de terror del año anterior 1973, El Exorcista de Friedkin). El caso es que Jess le da vueltas y vueltas a ese mismo tropos, el del Svengali, el del control mental sobre otras personas, aquí en clave erótico.

Las pelis de Jess son adictivas porque esta Lorna de Les Possédées du Diable me trae recuerdos de su Lorna de Succubus, vemos a Renfield y el poder mental sobre sus víctimas de Drácula, también está la iniciación sadiana a Linda en misterios alejados de su moral como en la Eugenie de Sade. Todo tratado en pelis por Jess

Mención especial a Pamela Stanford como este espíritu conocedor de misterios insondables. Los encuadres escogidos que producen un efecto perturbador y el uso de las localizaciones siempre un plus en Franco.