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España España · Madrid
Voto de mansilla:
9
Drama. Romance A mediados de los ochenta, Manu abandona su pueblo natal en los Pirineos y emigra a París para vivir con su hermana. Está ansioso por conocer los ambientes gays de la ciudad. Adrien, un médico de mediana edad, se enamora de él y se lo presenta a su amiga Sarah, que tiene relaciones con Mehdi, un policía musulmán de la brigada anti-vicio. Entre Manu y Mehdi surge una relación inesperada que provoca un conflicto en el grupo. (FILMAFFINITY) [+]
2 de octubre de 2007
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Testigos tiene todos los mimbres para convertirse en una película testimonio de un tiempo y de una generación. Testimonio del escalofrío, el dolor y la angustia de toda una generación de homosexuales que ve cómo de un día para otro una enfermedad desconocida que tiene algo de plaga bíblica arranca de cuajo no sólo sus vidas, sino sus formas de vida. Los encuentros furtivos en los parques, las fiestas alegres y desinhibidas, el sexo sin los prejuicios atávicos de la moral, la alegría de vivir, todo ahora se ve amenazado por el fantasma del contagio, y probablemente también por el fantasma de la culpa, la culpa de la homosexualidad, la homosexualidad como un castigo.
A mi el filme ha conseguido helarme la sangre, porque me ha transmitido el tormento que debió pasar la comunidad gay a mediados de los ochenta, un tormento que era doble, por una parte el enorme sufrimiento físico de una enfermedad tan misteriosa como mortal, y por otra el estigma de la exclusión social que acarreaba el padecerla.
La película, narrada a través de cuatro personajes muy bien desarrollados, en cuyo centro se encuentra Manu, un adonis que enamora básicamente por su belleza de ángel sexuado, nos cuenta la historia de unos seres sufrientes para quienes realidad y deseo casi nunca son una misma cosa. Téchiné tiene una sensibilidad especial para contar la dosis adicional de amargura que conlleva el amor homosexual, un amor que no se atreve a decir su nombre, un amor muchas veces oculto en un mundo macho, heterocéntrico y brutal. En esta ocasión el dolor adicional viene en forma de enfermedad física, una espina más en un camino lleno de espinas.
A Los Testigos sólo le podría achacar algunos problemas de ritmo, sobre todo hacia el final del metraje, que tal vez se alargue un poco. Por lo demás me parece una película excelente, un testimonio del sufrimiento de toda una generación. No me cansaré de recomendarla.
mansilla
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