Tiene un comienzo que promete: los planos, la forma dinámica de contar la historia, el protagonista granuja y guapete con gesto simpático, chicas monas, etc. Así que al empezar la película me pregunté por qué una pequeña joyita así habría pasado prácticamente desapercibida... de inmediato caí del guindo y me percaté del motivo.

Tras muy pocos minutos de emoción todo se desinfla: pierde gracia y coherencia, el gesto del protagonista es permanente, la forma de contar la historia empieza a resultar un calco de otras películas con más éxito y te percatas de que los niños en los colegios elaboran mejores guiones en sus juegos de fantasía.

No pierdan mucho el tiempo con este título, salvo que no tengan nada que hacer y les apetezca pasar un rato entretenido pensando en como reescribirían el story board y el guión partiendo de los primeros minutos iniciales. A veces es una actividad constructiva.

Le doy un 3 por el arranque, porque me reí (un poquito) con un par de escenas y porque las he visto bastante peores. Y también porque el que Robert Forster me recuerde mucho a un amigo mío sería un argumento muy poco serio.