He aquí una chorrada con todo el sabor de los 80. De hecho parece que esté hecha hoy en día a modo de parodia como la magnífica Kung Fury. Y es que esta marcianada desde el minuto uno lo único que pretende es reírse de sí misma. Si bien en algunos momentos se hace algo aburridilla, el conjunto general es encantador y entrañable. Con un bicho ochentero al estilo de los de Jim Phillips (busca en google) lleno de mocos y babas desagradables, pero que te va a caer bien y todo.

Los actores, con un par de ellos bastante conocidos, se vuelcan del todo, sobreactuando a conciencia para arrancarte una sonrisa y sin resultar antipáticos.

El guión, siendo un disparate de principio a fin, brinda algunos puntazos de humor al estilo muchachada nui como el repentino "¡¡Bésame las botas!!" del novio macarra, así sin venir a cuento.

Este producto solo era posible en los 80. Ahora tenemos a Asylum, que dejó de ser honesta con su Sharknado 2, porque se dieron cuenta de que hacerlo todo mal generaba culto. El problema es que si se hace a propósito, ya no obtiene ese efecto.

Es una película digna de verse con los colegas y echarse unas risas.