El año 1957, fue un año prolífico para el cine sci-fi. El género entonces se encontraba en su época dorada, y se filmaron muchas películas con desiguales resultados. Unas con medianos o razonables presupuestos, y otras destinadas a los programas dobles de la época, con muy bajos recursos económicos, y con muy malos resultados muchas de ellas, pero que cumplían con el objetivo de recuperar lo invertido y cubrir la demanda.
Y este es uno de esos casos de película filmada con unos iniciales 3.000 dólares de presupuesto, y con resultados acorde con el presupuesto: bajos o nefastos, según se lo tome uno al ver el film...ya que es mejor tomárselo a risa…porque es malo hasta decir basta, aunque su presupuesto final una vez acabado y montado alcanzo los 18.000 dólares.
Con un guión de pacotilla, (aunque con cierto punto gracioso en las conversaciones sobre el alcohol), unos efectos especiales del taller del barrio, y unos actores pues acordes con el presupuesto, uno la verdad no puede ni debe esperar mucho. Realizada aparentemente sobre la marcha, con influencias claras de otros films de mayor presupuesto de la época, y de mayor éxito, como puede ser "Ultimatum a la Tierra" de Robert Wise, (1951) o la británica "Devil girls from Mars" de David McDonald,(1954), el solo compararla con estas es un insulto para ambas películas.
Su director Ronnie Ashcroft, apenas dirigió un par más de films. Su carrera transcurrió, más bien en los departamentos técnicos, de sonido y montaje en distintas series y films. Robert Clarke, el protagonista del film, fue ya visto en otro clásico del género bastante mejor que este, "El ser del planeta X" de 1951. Los demás actores semidesconocidos todos, y básicamente con trabajos en televisión. A destacar la presencia de una playmate de la época Shirley Kilkpatrick, en el papel de la ceñida extraterrestre fosforita.
Solo para amantes del sci-fi clásico, y sin pretensiones de ver nada especial, sino gracioso... los demás allá ellos.