Irregular drama judicial, con la Guerra de Corea como telón de fondo, en el que vemos la línea tan delgada que existe a la hora de juzgar a un posible héroe o a un posible traidor o desertor. Un pequeño, o gran detalle, según como se mire, es suficiente para inclinar la balanza de la justicia militar hacia uno u otro lado. Seguramente hechos así habrán sucedido en más de una ocasión a lo largo de la historia, aunque lo que no creo que haya sucedido es que se de un triangulo amoroso entre preso, abogado y esposa de preso en una situación tan limite como esta, tal y como nos lo cuenta “Sargento Ryker”. Aunque nunca se sabe, claro, ya sabemos que la realidad supera a la ficción, en infinidad de ocasiones.
El film que por cierto se vende en su cartel original como de guerra, y tan solo hay una escena de acción en todo el film y dura unos 15 segundos, por no decir que Lee Marvin, no se le ve como en el cartel (empuñando un arma) en todo el film. Como decía el film, es lento, y no emociona en ningún momento, tal vez ayude poco la historia amorosa, ya que lo mejor son las escenas judiciales, y poco más.
Dirige Buzz Kulik, (Cazador a sueldo, 1980), más habituado a la pequeña pantalla que a la gran… y se le nota mucho. Lee Marvin, (A quemarropa, 1967), inolvidable actor, encabeza un más que aceptable reparto, con Vera Miles, (FBI contra el imperio del crimen, 1959), en el papel de esposa, Bradford Dillman, (Piraña, 1978), como abogado defensor, y con Peter Graves, (The Clonus Horror, 1979), y Murray Hamilton, el más tarde famoso por su papel como alcalde de Amity Island en “Tiburón”, (1975), completando el elenco.
Film para pasar el rato sin más. Para ver y olvidar, sin pena ni gloria