Producción de serie B canadiense, con el género catastrofista como telón de fondo, muy en boga por entonces, pero que se usa tan solo como una excusa para mostrar como un grupo de tarados arma la de dios en un complejo de apartamentos.
Todo aquel que crea que vaya a ver los desmanes o destrozos que produciría un hecho de este tipo...que lo olvide. Se pasa muy por encima, sobre los efectos y pillajes. Una cosa así, da para más, para mucho más, y es casi inimaginable lo que causaría un apagón de estas características en una ciudad como New York...y más en los años setenta cuando era una ciudad donde casi imperaba la ley del más fuerte.
El film, (que más bien parece un telefilm por cierto) se centra exclusivamente, (salvo breves apariciones del centro de control de energía de la ciudad), en un grupo de criminales huídos de un correccional mental, mientras eran transportados en un vehículo que sufre un accidente...(ridículo accidente). Coge del cine catastrófico el hecho de que presenta a varios personajes con distintos problemas dentro del edificio, y como estos van encontrándose con los desalmados mientras avanzan en su busca de dinero por el bloque de apartamentos. Personajes vacíos y sin nada que aportar al film, la mayoría.
El guión en algún momento es de llorar, y las situaciones que se dan algunas escenas son para estampar una lata de cerveza contra el televisor, por lo ridícula e increíbles que resultan....(el accidente del vehículo policial, la actitud absolutamente normal de la rubia después de ser violada...etc...).
Protagoniza el hijo de Robert Mitchum, el inexpresivo James Mitchum (The last movie,1971), a años luz de su padre, del que solo tiene un espectacular parecido físico. Le acompaña en el reparto el pequeño de los Carradine, Robert, (Forajidos de leyenda,1980), tal vez el mejor del film junto a la aparición del siempre magnífico, Ray Milland, (La obsesión,1962). Del resto mejor ni hablar.
Dirige el entuerto un tal Eddy Matalon, director francés con una breve (por suerte) filmografía, con un único trabajo destacable,un documental musical, sobre Serge Gainsbourg, ( De Serge Gainsbourg a Gainsbarre de 1958-1991), realizado en 1994.
Salvo eso si, su característica e inconfundible fotografía del cine de los setenta...porque en el resto el apagón...de ideas...es peor que el de la película.
Para insomnes y nostálgicos del cine setentero.