Confuso telefilm, sobretodo si estaba dirigido a los más jóvenes, sobre los recuerdos de un joven que vivía de niño junto al mar y que tuvo una experiencia desastrosa que le hacen acabar en el psiquiátrico.
La cinta mezcla el género de aventuras y el fantástico, pero la historia no consigue enganchar, y por momentos se hace lenta, y que a pesar de su esperanzador mensaje final, el regusto que deja, es mediocre.
Para ser una coproducción televisiva (USA/Japon), y con reparto más o menos competitivo, el resultado es muy justito. Se pueden destacar unos aceptables efectos especiales, la fotografía y tal vez la mítica historia de fondo a la que no consigue el director dar la forma adecuada.
A destacar en el reparto una debutante y sorprendentemente bellísima Connie Selleca, más tarde muy famosa por su papel en la serie “Hotel” (1983). A la cual acompañan, Carl Weathers, el inolvidable Apollo Creed de “Rocky” (1976), Leigh Mcloskey (Inferno, 1980), y el extraordinario Burl Ives (Muerte en los pantanos, 1958).
Al mando un perfecto desconocido para el público occidental, Tsugunobu Kotani, con apenas otro título recordable, “La espada del samurai” de 1981.
Olvidable telefilm, pero que merece la pena por ver a la sirena Connie en su plenitud de juventud y belleza.