Recomendable para los que les guste una información técnica, sesuda sobre temas concretos.

Se nota que la Televisión Pública Española en los ochenta no tenía rivales por la audiencia y se podía permitir poner documentales sesudos, tristes, para la "inmensa minoría" como anunciaban, sin ceder un ápice al entretenimiento que exigió la audiencia de los noventa cuando llegaron Telecinco y Antena3 con su inundación de música, color, belleza (sobre todo femenina) y presentadores vestidos elegantemente.

Con la música desoladora de cabecera de Ry Cooder empezaban estos documentales magistrales presentados por el serio Pedro Erquicia que alguna vez se esforzó, pero no tenía ningún encanto ni gracia. Eran documentales sin apenas música sobre guerras, crímenes, escándalos, información sobre derechos que teníamos los ciudadanos en medio a veces de paisajes desoladores pero también hermosos a los que no sabían dar el mínimo tono de alegría.

Hoy en día ni en la sección de noticias internacionales de TVE 24 horas se pueden permitir ser tan poco entretenidos, ni tampoco tan técnicamente profundos.