Se nota que Todd Haynes quiso contar esta historia que a falta de medios podía contar con sinceridad y convicción, y éste es su mayor mérito.

Película amateur y tosca en sus aspectos técnicos y estéticos que cuesta mucho encontrar, pero contada narrativamente con convicción cuenta la nada edificante historia entre un manipulador y sádico Arthur Rimbaud harto de todo y Paul Verlaine impulsivo e indeciso.

Su sinceridad es su mayor atractivo, es una experiencia inmersiva en esta relación. En la primera escena se ve a un actor interpretando a Rimbaud de forma abrasiva, sincera del "odioso" poeta con un fondo en blanco y con unas manos transparentes como intentando aplicar una especie de maquillaje tras la pantalla.

Es curioso porque los actores parecen tener la misma cuando es conocido que Verlaine tenía más años que Rimbaud, hay se refleja el tipo de relación que tenían abusiva y sadomasoquista, además la obra está llena de anacronismos pertinentes y bien traídos. Por ejemplo, hay un bar de absenta (la bebida alcohólica preferida en los ambientes de París en aquella parte del siglo XIX), con el Nightclubbing de Iggy Pop lo que consigue hacer un paralelismo en el ambiente creativo bohemio del siglo XIX con el de años 70 del siglo XX.

Consigue un ambiente subjetivo impresionista, nada realista bastante pertinente. Es una cinta recomendable para amantes de Rimbaud, de Verlaine o de Todd Haynes.