Dentro de la saga de Herbie el volkswagen destartalado con vida e inteligencia propias esta película tiene la estética, valores, sentimientos y abuso de sentimentalismo menos infantiles de la saga, pero se nota que el género había evolucionado mucho en estética y en el modo de presentar las tramas en los 90.

Herbie aquí "recupera la vida" cuando un piloto que se siente un fracasado le arregla y a cambio le ofrece ayuda para ganar carreras, para que se convierta en un campeón y poder conseguir a la mujer de sus sueños. A pesar de un argumento tan flojo no es una película tan extremadamente ingenua, como las anteriores de la saga.

Supongo que tanto el director como los guionistas convivían con niños que habían jugado con videojuegos y veían videoclips y conservaban esa mentalidad para poder ver el mundo de forma profunda y coherentemente infantil, pero sinceramente no me fastidia tanto el empacho de inocencia, al igual que la película no tiene mucha de la típica moralina de las otras películas.

Le pongo una nota de regular porque en realidad al final es la misma mecánica que en las películas anteriores de la saga.

Recomendable sólo para niños y para gente a la que le guste el género infantil.