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Voto de Iñigo Montoya:
6
Intriga. Thriller Un policía (Al Pacino) se ve obligado a infiltrarse en los ambientes gays más sórdidos de Nueva York para atrapar a un asesino de homosexuales. (FILMAFFINITY)
1 de junio de 2010
51 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un Pacino con el pelo a lo afro, recibe el encargo de su superior de investigar unos asesinatos en ambientes gays y se va introduciendo en este submundo. La trama policiaca va perdiendo fuelle a medida que avanza el metraje, y en muchos momentos resulta confusa, es más interesante ver la evolución del personaje de Pacino que saber quien es el asesino. Tiene determinados momentos bizarros que intentan conseguir una sensación de agobio, claustrofobia y desazón (El interrogatorio en la comisaría) pero que se quedan en el intento, William Friedkin no es David Lynch, de hecho ni siquiera parece el mismo Friedkin de French Connection, por lo torpemente rodadas que están las secuencias de acción. La inmersión del policía en el abismo del submundo gay no resulta ni emocionante ni creíble, consiste únicamente en ponerse la chupa de cuero e ir al garito, y mas que investigar se pasa la película haciendo... ¿Haciendo que? ¿Alguien lo sabe? Que diferente por ejemplo de la magnifica Hardcore, película de un año antes y que esta si, muestra un autentico descenso a los infiernos de un mundo despiadado, oscuro y cruel. El magnifico y ambiguo final no la redime de los pecados anteriores. Película interesante, pero que podía haber dado mucho mas de si, y se queda a medio camino de todo.

- Es curioso que esta película sea del 80, un año antes de que empiecen oficialmente los casos de SIDA, y eso se nota en la forma tan despreocupada de las relaciones sexuales, de ser una película unos años posterior habría sido sin duda tomada como una metáfora del virus (El asesino de homosexuales), en un principio algunos entendieron el SIDA como "el castigo divino de los gays".
- Por otra parte, las criticas que sufrió en su momento de los colectivos gays creo que no vienen a cuento, la película muestra un pequeño sector, una determinada parte de ellos, y de echo esta en contrapunto el personaje del vecino, que disfruta de su homosexualidad de otra forma y sin promiscuidad.
- En una de sus juergas nocturnas, a Pacino lo expulsan de un local por no cumplir la norma de ir vestido de policía (uno de los disfraces recurrentes en el imaginario gay), pese a tratarse de un agente real.
- El consumo de popper no es casual, esta droga empezó a ser utilizada en el ambiente homosexual.
- En una secuencia, Friedkin introduce fotogramas subliminales de una película porno, al mas puro estilo El club de la lucha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Iñigo Montoya
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