Olvídense por un momento de la palabra remake, olvídense de Steve MacQueen, de Jim Thompson, de Ali MacGraw, olvídense de que han osado profanar el templo del profeta Peckinpah y solo disfruten de este thriller rabioso, violento, sangriento y trepidante. Mi sorpresa tambien fue mayúscula.

Secundarios de lujo (Madsen, Tilly, Woods, Morse, Farnsworth, ahí es nada), escenas increíblemente violentas, para nada parece el típico producto hollywoodiense a mayor gloria de la pareja estelar, asombrosa y muy grata sorpresa además que Kim Basinger ponga todo la carne en el asador en las increíbles escenas sexuales. Si ven esta película sin complejos, sin pensar en la mítica primera versión, puede que piensen como yo. Será tal vez que cuando hay una buena historia, se necesita muy poco para hacer una gran película.