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Voto de alejandro1985:
10
7,4
120.251
Ciencia ficción. Fantástico. Intriga
Año 2035. Tras la epidemia provocada por un virus asesino que ha matado a millones de personas, los supervivientes se refugian en comunidades subterráneas, húmedas y frías. El prisionero James Cole se ofrece como voluntario para viajar al pasado y conseguir una muestra del virus, gracias a la cual los científicos podrán elaborar un antídoto. Durante el viaje conoce a una bella psiquiatra y a Jeffrey Goines, un excepcional enfermo ... [+]
11 de marzo de 2011
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo esta película como una de las primeras que me golpeó con fuerza. De alguna manera mi actual adicción fílmica se debe en gran medida al impacto que me causó esta película con 10 años. A esa edad uno piensa que el mundo es inmortal, y le asusta la idea de un apocalipsis en el que todo lo que nos rodea desaparezca y si ese apocalipsis es debido a un virus mortífero que nadie puede controlar, resulta mas terrorífico aún. Me fascina la imagen de esa civilización escondida en las entrañas de la tierra, prisionera, desterrada y deshumanizada, tratando por los medios mas inverosímiles de "arreglar" el error que los empujó al abismo. Un error encriptado; un misterio entre los pliegues del pasado, que intentan arreglar por medio del azar, enviando ojeadores forzados al pasado, a pesar de las posibles desestructuraciones mentales que les puedan producir. No importa el individuo, solo el colectivo, un colectivo controlado por los intereses personales de los mas fuertes; la civilización no ha aprendido nada, quizá merezca ese destino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Con este punto de partida, empieza una película extraña, vital y frenética, donde Bruce Willis, un tío duro quemado por el presente, que sueña con que quizá algún día, pueda ser feliz, va dando tumbos por un pasado histérico y desalmado, que en parte, no parece mejor que el subterráneo presente. Es una película que engancha desde el minuto 0 debido a su sugerente planteamiento, para luego no dejarnos respirar durante todo el metraje gracias a un guión algo complejo en su estructura, pero con un significado bien atado. La historia consigue hacernos cuestionar el sentido de la realidad y la locura gracias a esa doble realidad o alucinación (pasado/presente) y unos internos del manicomio que resultan mas reales y humanos que los cuerdos del exterior. El montaje de la fotografía y la banda sonora son acordes con los sentimientos del personaje, ya que consiguen inducirnos hacia un estado mental inestable, en el que pasamos de la esperanza a la desesperación, como si de nuestra propia vida se tratase. La imposible historia de amor entre un enfermo mental y una psiquiatra segura de su misma nos conmueve; ella no debería enamorarse de él, él está loco y ella está cuerda, pero hay algo más, algo que ninguno de los dos sabe que es, una elipsis en el espacio-tiempo, que provoca su atracción fatal, esa irresistible tentación por la que ella empieza a creerle, y empieza a cuestionarse su propia realidad. A partir de ahí un viaje esquizofrénico entre los pequeños y casuales resquicios visibles del origen del error, gracias a un guión perfecto, un Bruce Willis enorme, una Madeleine Stowe enamorada y un Brad Pitt enloquecido. En medio de la vorágine aparece un escape, el amor; dejarlo todo y perderse para siempre entre los brazos de su amada, de esa mujer que lleva toda su vida deseando aunque no la conozca. ¿Por qué no?. NO, alea jacta est, no se puede escapar al destino, el error se pone en su camino, tiene que hacer algo, lo intenta, fracasa, muerte, vuelta a empezar, el eterno retorno, ya la conocía, se había enamorado de ella cuando era un niño, se había enamorado de ella en todas las realidades posibles, se había enamorado de ella en un vaivén temporal infinito...
Todos somos Bruce Willis; tíos duros quemados por multitud de golpes, anclados en una existencia carcelera; funambulistas entre realidades y locuras; perdedores dispuestos a olvidarlo todo con tal de tener un pedazo de amor.
O quizás no,
quizás no todos somos Bruce,
quizás solo algunos somos Bruce,
quizás ninguno somos Bruce,
quizás solo somos unos individualistas egoístas,
quizás,
merezcamos la extinción.
Todos somos Bruce Willis; tíos duros quemados por multitud de golpes, anclados en una existencia carcelera; funambulistas entre realidades y locuras; perdedores dispuestos a olvidarlo todo con tal de tener un pedazo de amor.
O quizás no,
quizás no todos somos Bruce,
quizás solo algunos somos Bruce,
quizás ninguno somos Bruce,
quizás solo somos unos individualistas egoístas,
quizás,
merezcamos la extinción.