Para todos aquellos que, como yo, hayan visto el original, esta serie tiene su cierta grata si tenemos en cuenta que el argumento, carácter de los personajes, e incluso algunos diálogos son directamente una copia de Life on Mars. El carisma de Gene Hunt pasa con bastante dignidad a un Joaquin Gallardo que irrita y divierte a partes iguales.
Otra cuestión es Samuel Santos, un Ernesto Alterio que parece desbordado en cada segundo de la serie y que queda a la altura del betún si lo comparamos con Sam Tyler. Alterio ni sonríe ni se emociona con la autenticidad que John Simm conseguía darle al papel.
Personajes secundarios, como Cristóbal o Ana, son bastante acertados pese a distanciarse de los originales en más de un aspecto, con intérpretes que cumplen con creces.
Las tramas consiguen adaptarse correctamente al Madrid de 1977, cogiendo las ideas de Life on Mars y adaptándolas a una época que para nosotros fue convulsa y compleja. Temas como el juego ilegal, el machismo o el fútbol quedan perfectamente encuadrados en la serie.
Lo mejor: Los argumentos son prácticamente copia de la serie original, pero añadiendo un carácter hispánico que nos hace sonreir y que nos lleva, irremediablemente, a coger cariño a Quin o Cristóbal pese a que hayan pasado 32 años.
Lo peor: Un Ernesto Alterio que no está a la altura del personaje y que parece fuera de lugar en todas las situaciones.