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España España · Oviedo
Voto de Gould:
7
Drama. Romance Tras la muerte de su madre, Clio Dulaine viaja desde París a su casa natal en Nueva Orleans, con la intención de vengar las humillaciones que sufrió su madre por parte de la familia de la esposa de su padre. También entra en sus planes casarse con un hombre rico para alcanzar el estatus que su madre nunca tuvo. Su interés se centrará entonces en el jugador tejano Clint Maroon. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2018
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buen melodrama, aunque bastante desconocido, con algunos toques de humor basado en una novela de Edna Ferbert –otras novelas suyas adaptadas al cine serían “Gigante” llevada a la pantalla en 1956 por Georges Stevens o “Cimarrón” dirigida por Anthony Mann en 1960.

Clio Dulane es una joven que vuelve de Paris a su Nueva Orleans natal atormentada por el recuerdo de su madre, repudiada por la comunidad bienpensante de la ciudad debido a sus relaciones con el aristócrata Dulaine, con el que tuvo a la protagonista. Es una hija ilegítima de una familia aristocrática que no quiere saber nada de ella. Clio es una mujer caprichosa, algo provocadora, vigilada de cerca por su mucama mulata -una inesperada Flora Robson- y acompañada de un simpático enano formando una curiosa y algo exhibicionista troupe que atraerá las miradas de la comunidad y de un tejano algo bruto, interpretado por Gary Cooper, que se unirá al grupo para escándalo general. Pese a estar enamorado de ella hará lo posible por satisfacer sus deseos de pescar un millonario. Ambos protagonistas son dos personajes que van por libre y viven en libertad, fuera de las exigencias sociales, ella por parisina y el por tejano.

Melodrama al uso, atractivamente desenvuelto, con una conseguida ambientación caribeña lleno de suntuosas y algo decadentes mansiones, influencia francesa, población negra o mulata y vegetación frondosa, la película se divide en dos partes: la primera parte se desarrolla en Nueva Orleans y la segunda en Saratoga, una ciudad-balneario de Nueva York, que atrae a las grandes fortunas de EEUU. La película concluye con un epílogo que adopta, un poco inesperadamente -y tal vez algo fuera de lugar- los rasgos de un western.

Segunda de las dos colaboraciones entre Gary Cooper e Ingrid Bergman -la anterior fue “¿Por quién doblan las campanas?” (1943), también de Sam Wood- destaca sobremanera la gran química entre ambos actores, con unos diálogos llenos de chispa y de retranca, siempre discutiendo, y con un vivificador baño de humor que suaviza la tendencia folletinesca de la película –algo bastante habitual en los melodramas de Wood-.

Ingrid Bergman, aunque algo sobreactuada, seguramente por las necesidades del personaje, está seductora y brillante mientras que Gary Cooper cumple en su papel de tejano duro pero tierno en el fondo. Cuenta, además, con grandes secundarios: Flora Robson –nominada para el Oscar-, junto al pequeño Jerry Austin y el extraordinario personaje de la vieja “influencer” del balneario interpretada por la gran Florence Bates.
Muy atractiva.
Gould
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