Esta es una película coral, una comedia costumbrista con apuntes de drama social, que entrelaza varias historias de diferentes grupos de personas y distintos orígenes sociales que se dirigen en un fin de semana a la playa de Ostia, a las afueras de Roma.

El guion del ubicuo Sergio Amidei trata de reflejar los usos y costumbres de la naciente clase media, en la Italia del fulgurante desarrollo de los años 50, para lo cual contó con una buena selección de conocidos actores italianos -entre los que destaca Marcelo Mastroianni como guardia de tráfico en una desértica y calurosa Roma o el jovenzuelo Franco Interlenghi- y una conseguida descripción de ambientes: el tren, la playa, las comidas, el griterío de los niños.

Emmer no hizo películas muy ambiciosas, pero si sociológicamente muy descriptivas – en el fondo, su verdadera vocación fue la de documentalista- del ambiente de la clase media italiana en los años 50, una Italia con grandes diferencias sociales –playas diferentes, escaleras de servicio, aspiraciones de grandeza- y a las que todas iguala su deseo de aparentar y su moral estrecha. Buena.