Basada en un relato de Ernst Hemingway se nos presenta, de la mano del director rumano Jean Negulesco, hacedor de grandes títulos para la 20th Century Fox, especialmente en el género negro, esta triste, fatalista y correcta cinta que no aporta nada a la interesante carrera de Negulesco. El gran valor de la película es el trabajo siempre intenso de John Gardfield –quien, al parecer, sufrió un ataque cardíaco durante el rodaje que tuvo que pararse durante tres semanas- en el papel de un jockey viudo, tramposo y a ratos desagradable, que trata de redimirse y hacerse digno ante su hijo y escapar de la persecución de unos mafiosos con los que mantuvo turbios negocios de apuestas amañadas. La actriz francesa Micheline Presle comparte protagonismo con Gardfield e interpreta tres canciones para colorear la función.