El tal Deran Sarafian, empezó su andadura como realizador dirigiendo "Libertad para morir" y "Gunmen", vehículos para el lucimiento de Jean-Claude Van Damme y Christopher Lambert respectivamente. Su tercer film, que es este que nos ocupa, sigue siendo otro vehículo más para otra pseudoestrella del cine de acción (entre otros géneros), en este caso Charlie Sheen, que resulta ser el más chulo y cachondo de los tres.

El amigo Charlie pasa olímpicamente de actuar; no le culpo, ante cosas así es mejor dejarse llevar, porque no le premiarán por ello, pero al menos se echará unas risas, encima le ponen al lado a la Kinski, que no será la ostia pero está de buen ver y, bueno, sus diálogos ya que su personaje es un chulo y un mujeriego, pues no creo que le suenen a chino; joder, hasta sale ganando y todo.

Lástima que el espectador no gane tanto con la película, porque tiene que digerir todo esto y encima sin cobrar, pero un día tonto lo tiene cualquiera, como esos en los que tumbado en el sofá pierdes misteriosamente el mando de la tele, o esos en los que urgando en la colección de tus primeros cd's encuentras alguna 'joyita' y te da por revisarla.

Un 5, si; me pilló de buen humor.