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Voto de Archilupo:
8
6,9
747
Documental Documental-homenaje a "El hombre tranquilo", de John Ford. Un particular tributo a la célebre obra fordiana en el que, alejado del documental tradicional, rastrea las pistas de una ficción cinematográfica ajena y ofrece el retrato de una sociedad que le fascina. (FILMAFFINITY)
18 de octubre de 2008
25 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
1) Guerín trata el tiempo en profundidad.
Compone el ensayo con momentos que se transparentan a través de las épocas: de los reinados y generaciones…

Yeats (“El lago de Innisfree”):
“Me levantaré y partiré, iré a Innisfree,
y me construiré allí una cabaña, con barro y zarzas (…)”.

2) Guerín viaja a la región donde fue rodada “El hombre tranquilo”, a rastrear la huella de una divina troupe que pasó por allí sembrando luces duraderas.
Planta su tienda de campaña laboral y, en ‘notebook’ fílmico, alentado por el amor a la película y al Cine, desarrolla una investigación emocionante.

3) Entre el hoy y “El hombre tranquilo”, Guerín abre la transparencia temporal y teje fragmentos de realidad y fragmentos de film fordiano.
En una desierta estación de Castletown, junto a casas en ruinas, suenan en off los vivos diálogos iniciales, el remolino humano en torno a Sean Thornton recién llegado.
En el largo travelling de ingreso al pueblo por carretera, hoy, vuelve (de Pittsburg, como él) una autoestopista pelirroja.
Y novios de hoy pasean, como Sean y Mary Kate, por la orilla del mismo río, cuyas aguas no son las mismas. O recorren también en tándem idénticos trayectos…

El montaje de Guerín pasa a crear temporalidad:
Thornton persigue a Mary Kate brincando sobre riachuelos. Ella se detiene a quitarse el sombrero (ya se había quitado las medias); él se saca el bombín y lo lanza al otro lado de una cerca de piedra.
A través del Tiempo, el bombín cae hoy a los pies de una niña.
Y un adolescente actual encuentra, camino de la escuela, una media enredada en unos juncos.

En la carrera hípica de hoy se utilizan transparencias de fondo, como en la película de Ford. El ritmo de las sombras del ramaje se vuelve superficie del agua corriendo, masas boscosas que flanquean la carretera por la que se alejará en coche la cámara.

Ambientes sonoros: del pub —con muchas cervezas y whiskies, cánticos, música y peroratas ebrias— al silencio total de la noche, un motor roncando a lo lejos. Y el agua, sin cesar.

4) Cruces celtas y ruinas de abadías atestiguan la estancia de normandos y vikingos. Los ancianos aún tienen presentes a los colonizadores ingleses, y cantan himnos del IRA.
John Ford y sus personajes se incorporaron a la mitología local. Los niños se saben de memoria diálogos y argumento.
Sean Thornton y Mary Kate Danaher son ya titanes afincados en el cielo sobre los condados de Clare y Galway. Son antepasados influyentes.

5) Se puede objetar la falta de autonomía de “Innisfree”, y cómo condiciona su capacidad comunicativa. Pero incluso quien no conozca el film de Ford será alcanzado por la noble melancolía con que Guerín describe el flujo inapelable del Tiempo.

6) En el castillo que restauró allí, Yeats grabó una lápida en la que, tras detallar los materiales usados (tableros de molino, pizarra verde, hierros forjados en Gort), concluía:

“Puede que estos caracteres permanezcan
cuando todo ello vuelva a ser ruina”.
Archilupo
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