Esta serie tiene muy buenas cosas y otras que se pudieron pulir sin mucho esfuerzo.

Por una lado está la trama, que llama la atención por ser un asesinato que ha ocurrido en los 80 y se cerró el año pasado (2020) .
Esta trama nos la cuentan en dos focos, uno el personaje protagonista y la otra la investigación del crimen. Aquí viene un pequeño problema, y es que la parte del protagonista, aunque necesariamente pausada, llega a un punto que se alarga demasiado sin nada que aportar (como por ejemplo hablar de su infancia).

El ritmo, aunque pausado, peca como dije antes de estirarse más de lo que debería y esa forma (que parece estar de moda) de contar las cosas con continuos saltos temporales (esto va a gustos, a mí me saca de la historia que ocurran tantos).

Está bien rodada y muy cuidada en lo visual, pero el maquillaje de algunos personajes canta como una almeja en determinados momentos. Esto se tapa un poco con las buenas actuaciones, especialmente del protagonista.

En conjunto es una obra que se toma su tiempo pero le cuesta llenar los 5 capítulos. Es interesante y no se hace pesada, pero en un formato de película y quitando información irrelevante hubiera quedado un producto mucho más redondo.
Este hombre de Skandia merece la pena pero teniendo en cuenta que el ritmo puede desesperar a algunos espectadores por la falta de contenido importante.