Un grafólogo llamado Michael Chambers recuerda la llegada de los extraterrestres a la Tierra, y lo que ocurrió a partir de entonces. Los Kanamitas trajeron promesas de paz bajo el brazo, juraron compartir todos sus avanzados conocimientos y ayudar a hacer la vida humana más placentera. A Chambers se le encargó dirigir un grupo que tradujera al inglés un libro escrito por los alienígenas, titulado “To Serve Man” (“Para servir al Hombre”).

Hablamos de un episodio con uno de los finales sorpresa más justamente célebres de la serie, si no el que más, homenajeado y parodiado infinidad de veces -por ejemplo, en “Los Simpson”-. El capítulo adapta un relato corto de Damon Knight, publicado en el cincuenta, ayudándose de numerosas imágenes de archivo (tomadas de películas de serie B de la década anterior), que le sirven para manifestar un tono documental, otorgando a la historia un trasfondo social y político.

El bajo presupuesto se percibe, si uno se fija, y el guion posee flecos, pero el diseño de los extraterrestres resulta efectivo aún a día de hoy. Ninguno de los personajes destaca por su profundidad ni por su carisma, y, sin embargo, cuando llega el momento en que la actriz suelta la frase cumbre, no queda más remedio que aplaudir.