Jesse Pinkman se encuentra huyendo de la policía mientras intenta recomponerse, reencontrarse tras todo el sufrimiento por el que ha pasado.

"El Camino" no defrauda, tiene entidad de película independiente. Combina la narración de los intentos de escapar de Jesse con numerosos flashback, además de regalarnos apariciones de caras conocidas (algunas bastantes inesperadas). Me ha servido para recordar lo buena que era "Breaking Bad", de la que mantiene muchas constantes: la estética, el gusto por los pequeños detalles, el manejo del tempo narrativo, la dosificación del suspense, el humor negro, o los grandiosos personajes que pueblan ese mundo alternativo de Albuquerque.

Es una obra de carácter sentimental, con un poso de amargura, poblada de imágenes oníricas, a ratos reflexiva, luminosa, que vale tanto de epílogo de la serie como de recapitulación de todo lo acontecido. Es la película que merecía Jesse.