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Voto de Jackie Daytona:
107
Comedia. Ciencia ficción
En 1890, el profesor Gilbert inventa un casco que -aunque tan sólo durante treinta minutos- permite viajar en el tiempo. Woodrow Mulligan, uno de sus ayudantes, aprovecha la ausencia del científico para entrar en su laboratorio y utilizar el artilugio para viajar hasta 1962. Una vez en su destino, y tras un accidente, el casco se avería. Woodrow cuenta entonces con apenas quince minutos para repararlo y volver a su época. (FILMAFFINITY)
23 de enero de 2019
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Woodrow Mulligan, por azares del destino, gracias a un artilugio con forma de casco, viaja en el tiempo de 1890 a 1962.
Episodio que funciona como homenaje a uno de los grandes del cine, Buster Keaton. Richard Matheson había conocido a la leyenda a través del escritor William R. Cox, y decidió escribir un guion -que sufrió varias modificaciones- pensado exclusivamente para él. La dirección cayó en Norman Z. McLeod, responsable de varias películas de los Hermanos Marx.
La historia aprovecha los viajes en el tiempo para alternar los modos del cine mudo y del sonoro, tratando de incorporar el humor de las producciones clásicas de Keaton. Aunque el actor se muestra bastante ágil para su edad -tenía más de sesenta años-, y queda claro que conservaba intacto el carisma de su época gloriosa, el capítulo no acaba de convencer. Si eres admirador de los cómicos del cine mudo disfrutarás con una sonrisa de todo el metraje, pero hay que admitir que muchos gags son demasiado simplones. No se percibe la magia de antaño, y al final queda una sensación amarga.
Este homenaje se podría haber aprovechado para recrear algunas de las escenas de sus películas míticas, para añadir guiños a su obra, incluso se le podría haber permitido improvisar. Como fan, agradezco ver a Keaton en cualquier papel, pero reconozco que el resultado no es el que corresponde a su talento.
Buster Keaton se encontraba en esa época crepuscular en la que se comenzaba a recuperar y reivindicar su figura, tras muchos años de olvido. Aún le daría tiempo a participar en alguna que otra producción, así como de interpretar su primer y último papel dramático en “Film” (1965), cortometraje escrito por Samuel Beckett.
Episodio que funciona como homenaje a uno de los grandes del cine, Buster Keaton. Richard Matheson había conocido a la leyenda a través del escritor William R. Cox, y decidió escribir un guion -que sufrió varias modificaciones- pensado exclusivamente para él. La dirección cayó en Norman Z. McLeod, responsable de varias películas de los Hermanos Marx.
La historia aprovecha los viajes en el tiempo para alternar los modos del cine mudo y del sonoro, tratando de incorporar el humor de las producciones clásicas de Keaton. Aunque el actor se muestra bastante ágil para su edad -tenía más de sesenta años-, y queda claro que conservaba intacto el carisma de su época gloriosa, el capítulo no acaba de convencer. Si eres admirador de los cómicos del cine mudo disfrutarás con una sonrisa de todo el metraje, pero hay que admitir que muchos gags son demasiado simplones. No se percibe la magia de antaño, y al final queda una sensación amarga.
Este homenaje se podría haber aprovechado para recrear algunas de las escenas de sus películas míticas, para añadir guiños a su obra, incluso se le podría haber permitido improvisar. Como fan, agradezco ver a Keaton en cualquier papel, pero reconozco que el resultado no es el que corresponde a su talento.
Buster Keaton se encontraba en esa época crepuscular en la que se comenzaba a recuperar y reivindicar su figura, tras muchos años de olvido. Aún le daría tiempo a participar en alguna que otra producción, así como de interpretar su primer y último papel dramático en “Film” (1965), cortometraje escrito por Samuel Beckett.
