Drama sobre un padre y un hijo que se trasladan de ciudad por motivos de trabajo de aquél tras una tragedia familiar. J.K. Simmons está, como siempre, muy convincente (en este caso en el papel del padre), y aunque es una temática que hemos visto en numerosas ocasiones y tampoco está tratado el tema de una forma novedosa que pueda aportar originalidad, la verdad es que la historia es entretenida, tiene emotividad y es un drama muy llevadero y que deja buen poso.