Después de haber visto el documental, sigo pensando en cómo ha cambiado la sociedad y còmo cada vez vamos siendo más incautos, queriendo o no, donde fácilmente se descubre la naturaleza humana y cómo hacemos justicia al famoso refrán de que "el hombre (mujer) es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra".
En el documental se explica de cabo a rabo cómo ha sido todo el proceso desde que la "víctima" queda enganchada hasta que el sujeto del fraude queda detenido. He de decir que no siento empatía ni simpatía con los personajes, ni "buenos" ni "malos", aunque habría mucho que debatir aquí. Las mujeres víctimas del engaño no quedan seducidas por el personaje en sí, por su personalidad, valores, carácter, sino por la forma de vivir de éste, la vida de lujos, viajes, hoteles, fiestas, personajes de alta alcurnia con los que supuestamente se relaciona, clubs a los que sólo se puede acceder si tienes una Visa oro, etc. Aquí veo yo el simplismo y la simplonería de estas personas. ¿De verdad se piensan que un super-multi-mega billonario va a participar en algo tan ramplón como Tinder? ¿De verdad piensan que esta red social le hace falta?