A la espera de que este 2015 llegue a las pantallas de TV la serie de Sam Raimi Ash vs Evil Dead, nos refugiamos para pasar un buen rato de la mano del mítico director de la trilogía de Posesión Infernal. Un Raimi que aparca las telarañas de su exitoso Spiderman para volver a la comedia negra de terror, género que le catapultó a la fama en los ochenta y principio de los noventa.

Alison Lohman da vida a una joven que se debate entre el canibalismo del mundo de la banca y la ética moral y que, en un momento preciso, toma una decisión movida por la codicia. Mrs. Ganush, un personaje que rememora la tradición del poder maléfico de la etnia gitana, que me rememoró uno de los libros de Stephen King que más disfruté en mi juventud: Maleficio.

A partir de aquí Raimi nos da un recital de terror bizarro, gamberro y con sabor a clásico que logra divertir a la vez que mantiene la tensión en el espectador. Alison Lohman lo va a pasar realmente mal pasando por muchos de los clichés del género que Raimi logra sortear con maestría y mucha dosis de parodia y homenaje a partes iguales. Pocas veces se puede ver a alguien a quien le vomiten tanto fluido encima.

Aunque tiene algunos sustos (previsibles) acompañados del típico subidón de volumen, la película funciona mucho mejor como una comedia negra que hará las delicias del espectador de cierta edad, más amante de El Ejército de las Tinieblas que de Spiderman.

Las actuaciones de sus dos protagonistas son más que loables, y el guión se revuelve sobre sí mismo para poder ofrecer otra nueva gamberrada que desespere a la buena de Lohman, la acción es entretenida y no da apenas respiro, dando como resultado un producto entretenido y divertido, 95 minutos de diversión sin más pretensión.

Una buena película, que pese a sus años, no desmerece un revisionado.

Rul T.
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