Sensible drama en el que Isabelle Huppert y Miou-Miou hacen unos papeles maravillosos, de mujeres cómplices en épocas difíciles. Bueno, algo más que cómplices, ya que a lo largo de la película se va dejando entrever un amor lésbico entre ambas. La complicidad que logran en pantalla es de una naturalidad y espontaneidad apabullantes, y además con una gran clase y elegancia (a la que no es ajena la exquisita música)

Dirigida por Diane Kurys, se trata de una película de corte autobiográfico: en las palabras finales se da a entender que el personaje de Huppert corresponde a la madre de la directora (lo que la convierte en una obra ciertamente osada)

Destacable también la cercana actuación de Guy Marchand como marido de la Huppert (padre por tanto de la directora, al que se ve que recuerda con ternura)

Estuvo nominada al Óscar de habla no inglesa.