No es una mala película, pero es demasiado “light”.
Y lo cierto es que el punto de partida me resultaba atractivo: una de esas películas en las que ella no sabe la clase de pájaro que es él.
Con esta premisa se han hecho grandes películas, desde “El carnicero” de Claude Chabrol, hasta “La vida de nadie” de Eduard Cortés.
La diferencia es que esos títulos clavaban el puñal hasta el fondo, mientras que ésta apenas pincha un poquito.
Una pena, porque contaba con el plus de que ella también tiene trastienda que ocultar (no sólo él), pero la gran tibieza del guión y la dirección acaba pesando demasiado.
Una banda sonora tirando a cursi tampoco ayuda a levantar la función, que si no se viene abajo es por el buen hacer de los protagonistas, aunque tengo que decir que Ana Fernández me gustaba más en sus inicios (“Solas”, “Sé quién eres”, “You´re the one”…)