Los puntos fuertes de la película son la tensión, el engranaje de las circunstancias que envuelve al espectador en ese halo de misterio continuo, sin descanso; el realismo argumentativo de causas y consecuencias; la facilidad con la que desarrolla y cierra la historia; y el cuidado toque de realismo de la presentación de los personajes. Fotografía y música son el punto débil, calidad baja de una imagen, pero sin restarle puntos a un complejo argumentario social, de necesidades y necesitados. Una cinta pequeña con gancho y con idea, escapando de sibaritas y con la transmisión de la idea clara, clásica y directa, un trabajo parco pero intenso, que juega con las convenciones audiovisuales y argumentativas pero cojea en su realización.