Haz click aquí para copiar la URL
España España · Granada
Voto de Kikivall:
6
Drama Nadia, una joven comunista, descubre el poder que llega a tener una sencilla oración cuando el hombre que ama, Paolo, se encuentra a las puertas de la muerte a causa de una terrible enfermedad. (FILMAFFINITY)
20 de septiembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una mezcla de géneros casi imposible, tanto que más bien es una sucesión de géneros: comedia frívola, película dramática, romántica, ideológica y también religiosa.

Edgar Neville dirige con irregular fortuna esta película que no obstante es un film digno de verse por dos motivos. El primero porque su director Neville es uno de nuestros grandes cineastas; la segunda razón es porque esta cinta ha estado desaparecida cerca de ochenta años nada menos.

El guion fue escrito por Neville y Alessandro De Stefani, adaptación de la novela del escritor romano Guido Milanesi (1875-1956), “Sancta María”, de 1942; Milanesi fue un escritor conservador muy protegido por el fascismo en su momento. Está bien la música de Edgardo Carducci y excelente la fotografía de Carlo Montuori (B&W).

La producción de esta película corría a cargo del estado fascista (moralizantes, adoctrinadoras, etc.), pero en realidad lo que triunfaba en taquilla eran las comedias más bien frívolas. Esta cinta pretende ser una conjunción de ese tipo de comedia alegre, pero trufada de drama, política y conversión religiosa, lo cual queda bastante confuso a los ojos del espectador común e hizo que en su época fracasara.

La cinta tiene un contenido político, con un eslogan cuyo enunciado era “la primera película ‘antibolchevique italiana’”, pues la protagonista es nada menos que una famosa propagandista bolchevique de Pravda en América, con una padre que había sido comisario asesino durante la revolución rusa y que para colmo había mandado matar al padre de Paolo, el protagonista. Pero en realidad, lo más importante de la cinta es su carácter de folletín, un folletín en medio de una discrepancia política y religiosa, una mujer atea que valora altamente el régimen soviético y por otro lado, un hombre ruso igualmente, pero creyente y devoto.

Pero los momentos cumbres de la historia relatan el episodio en que él, enfermo, es sanado milagrosamente porque su amada se encomienda vivamente a le Virgen María (“Sancta María”), abrazando así la religión.

En el reparto tenemos a una espléndida Conchita Montes, la actriz fetiche de Neville, y a Amadeo Nazzari, un actor que encarna el prototipo del hombre masculino, viril e íntegro. Ambos están excelentes junto a un numeroso elenco que pasa el corte muy bien.

Una obra extraña en la filmografía de Neville pero que como como todas sus películas, tiene destellos de calidad. Aconsejable, desde mi modo de ver.
Kikivall
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow