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Voto de lourdes lulu lou:
6
Romance. Drama Noni, una joven con mucho talento a punto de convertirse en una estrella de la música deberá sobrellevar la presión de su éxito recién conseguido. (FILMAFFINITY)
15 de julio de 2015
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
"¿Quieres ser corredora o ganadora?" Insurrección contra la imagen creada para permitir respirar y hallarse.
Es mucho mejor de lo que esperas, a pesar de anticipar la historia y ser el personaje un puro cliché de niña inocente/adulta víctima de su afán por el éxito, que será rescatada de su propio infierno por policía héroe que se convertirá en su mayor apoyo para transformar su vida y ser ella misma, amén de la esperada relación de amor que surge entre ambos, funciona perfectamente, dinámica, activa, con estupendo ritmo, de velocidad ágil y suculenta en terminos generales, música electrizante y una pareja muy bienavenida que se acoplan en pantalla con deliciosa sintonía y magnífica perfección.
"Te veo", y es un placer hacerlo pues, aún con el conocimiento del relato clásico a presentar, éste se digiere con frescura, agilidad, lozanía, mucha veracidad en su performance y una presentación muy lograda que facilita su encanto y enamoramiento por la misma.
Gugu Mbatha-Raw realiza una interpretación intensa, penetrante, sincera y muy sensible, excelentemente acompañada por Nate Parker, compañero de reparto que, como galán salvador, potencia sus habilidades y dones, un inmejorable equipo, descubrimiento y mérito de su estupenda combinación y dirección de Gina Prince-Bythewood que, sin duda, corona su trabajo con mayúsculas y le ayuda a reconvertir en deleite gustoso de sabor exquisito, en sintonía seductora que envuelve sin apenas esfuerzo lo que, en otras circunstancias, es prototipo comodín, estandar y común, de chica que se estrella al conseguir su propio sueño y renace de sus ruinas gracias al amor incondicional de quien realmente la ve, conoce y cree en ella.
"La verdad es la única base segura donde pisar", un poco de moral, de instrucción ética para encaminar sus pasos que siempre supone romper con el extremo y los abusos, ese toque de lealtad, sinceridad y respeto que llega con el caballero andante que, aún con todo, no empalaga ni asfixia, todo lo contrario, suavidad y mucho decoro, elegancia y porte de saber estar, endulzar sin atosigar, siempre encuentra ese punto correcto para no excederse, perder los papeles y caer en la comodidad azucarada que hubiera estropeado este filme resolutivo, enérgico, raudo y auténtico, digerible con fervor, apetencia y ganas que arranca con ese intento de suicidio de quien está muriendo por dentro a pesar del regocijo externo, premios y adulación que de nada sirven cuando en su cuarto se encuentra sola y mira ante el espejo, con esa estimada Minnie Driver, madre soltera, luchadora, de ambición desmedida que sofoca su frustración a través del manejo y éxito en la carrera de su hija y el eterno Don Quijote, aquí recto, honesto y cabal, que salvará a su Dulcinea de los malvados molinos de viento que por todas partes la rodean, acosan y acorralan, jinete que cabalga por protección y amor a su dama.
Descubrir quién eres, quién quieres ser, coraje y valentía para llevarlo a cabo, estrellarse, hundirse y luchar por levantarse, el romance oportuno y una cuidada puesta en escena activa, potente, lustrosa y atractiva, un estimulante producto comercial de potentes imágenes, escenas estilizas, precisas y bien escogidas que consumes con placer y pasión aún a sabiendas, de memoria anticipada, su recorrido y desenlace, gracias a su buen desenvolverse y narrar; simplemente despunta y atrapa.
Esos días en que alcanzar el estrellato era lo máximo, aún a cambio de perder esa inocencia subida al tren del olvido por incómoda y molesta, días rápidos, veloces, de asfixiante adrenalina donde se vive del escaparate para dejar de lado la necesidad interna..., a menos que no sea tu opción, abandones y optes por otra ruta de distinta aceleración que vaya más contigo, que no te aplaste y te haga feliz, que permita sacar a la inocente niña que se perdió por el camino pero nunca desapareció del todo y seguía llamando insistente a la puerta para salir.
Un apasionado "yo te miro se me corta la respiración, cuando tú me miras se me sube el corazón, y en silencio tu mirada dice mil palabras, la noche en la que te suplico que no salga el sol..., bailando" para un cuento ideal realizado con destreza y gusto para disfrutar, emocionar y contentar a la audiencia.
Cenicienta de la canción y su príncipe encantado; "Beyond the lights", cuando se apagan las luces y ¡quedas tú!

lulupalomitasrojas.blogspot.com.es
lourdes lulu lou
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