De vergüenza me parece que en una página como FA, supuestamente de amantes del cine, esta película tenga un 4,5 de media y una sola crítica, muy pobre.
Es teatro rodado, sí, pero con una cámara que fluye de maravilla en un paisaje idílico que evoca la plenitud del verano. El texto es de Peter Handke, que merece ser leído, (y lo que se aprende haciéndolo) aunque no tuviera el Nobel de Literatura. Sólo la visión que da de Aranjuez y, sobre todo, de cómo los frutos de la antigua huerta se saltaron el paisaje y se hicieron silvestres es de una riqueza de poesía contenida y escueta como no lo he visto en cine casi nunca.
O cuando evoca los rastros de los gorriones en la arena... Es verdad que tiene que gustar la poesía, a fondo, para disfrutar de esta película. Pero espero que siga habiendo gente con sensibilidad para lo distinto, esa “inmensa minoría” que decía Juan Ramón Jiménez. Por favor, no os la perdáis por culpa de este inmisericorde 4,5.