No me deja de sorprender la disparidad de pareceres. No es de 10, pero tampoco de 3. Es una película bien llevada, con un ritmo que no decae y que ilustra una de las grandes obras que se realizan continuamente para la comunicación por fibra. Aquí nada menos que de Kansas a Nueva York, atravesando los Apalaches.
Los dos actores principales, Eisenberg y Skarsgard están muy bien. También Michael Mando. Lo de la Hayeck, en cambio, es un papel de circunstancia.
Se deja ver bien y es distraída. E incluye un cierto mensaje sobre el sentido del tiempo. No es en modo alguno trivial.