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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de AQUILANO:
10
Drama Supervisado por un agente penitenciario, un preso pone rumbo a su ciudad natal para reconectar con su hija y arreglar las cosas.
22 de noviembre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
De no ser que "Beni çok sev" responde a un tema musical compuesto por un artista muy reconocido en Turquía y que ha trascendido incluso sus fronteras, el título “Ámame mucho” poco aportaría para la dimensión exacta del excelente film de Mehmet Ada Öztekin (recordar este nombre que podría agigantarse en un futuro inmediato, luego de tres producciones anteriores en años sucesivos desde 2017).

También se la ha traducido al español como “Ámame igualmente” o “Quiéreme tanto”, lo que lo emparenta un poco más con el intenso contenido de la historia.

Si la Academia de Hollywood, o los festivales más relevantes que comenzarán seguramente a reorganizarse luego de la pandemia, actuaran sin las suspicacias que trasuntan muchas veces sus decisiones basadas más en las coyunturas del momento para sus premiaciones políticamente correctas o de conveniencia política, la película debería arrasar, en principio, con el galardón de la mejor producción extranjera y de extenderse este reconocimiento a otros rubros, como viene ocurriendo últimamente, al mejor director, los mejores actores, el mejor guión y la mejor música incidental, como mínimo, aunque no se trate de un film en idioma inglés.

Tanto Sarp Akkaya (como el recluso que debe ser conducido para visitar en su lugar natal y en realidad conocer a su hija a quien no ha visto ni supo nada en años) así como el guardia encargado del traslado, Ercan Kesal, se sacan chispas en un duelo interpretativo de alto nivel. Öztekin se ha detenido mucho en el trabajo actoral y todo el elenco sincroniza armónicamente para converger en un resultado altamente creíble que nos hace sumergir en un relato con el broche de una vuelta de tuerca totalmente inesperada y a olvidar que estamos asistiendo a una ficción.

No son actores ni actrices representando papeles. Son los auténticos personajes que no casualmente les ha tocado encarnar: tanto Arkaya, como Kesal, así como Aleyna Özgeçen (prestar también atención a este bello rostro de un seguro futuro promisorio) y Songül Öden, se sumergen en una verdadera metamorfosis de Musa, Sedat, Yonca y Nuriye, respectivamente, y el resto del elenco los acompaña sincrónicamente como una afiatada orquesta bajo la batuta de un auténtico maestro.

Párrafos de elogios aparte para Hasan Ozsut, creador de una música que se suma a la intensidad de cada escena (con un leve dejo de Gustavo Santaolalla) y para el propio director que supo cristalizar un sólido guión de su propia autoría.

Es un film para ver más de una vez con el sólo propósito de bucear en los detalles que en una sola visión pueden no percibirse y ratificar de ese modo que no presenta objeción ni desencanto alguno luego de una primera incursión que nos deja realmente estupefactos.
AQUILANO
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