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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
3
Acción. Ciencia ficción. Thriller. Terror Cuando el mundo comienza a ser invadido por una legión de muertos vivientes, Gerry Lane (Brad Pitt), un experto investigador de las Naciones Unidas, intentará evitar el fin de la civilización en una carrera contra el tiempo y el destino. La destrucción a la que se ve sometida la raza humana lo lleva a recorrer el mundo entero buscando la solución para frenar esa horrible epidemia. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2013
39 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la peli es orientativo, o mejor dicho, desorientativo, ya que poco o nada tiene que ver con la, llamémosla “novela” de Max Brooks, la cual no tenía ningún tipo de hilo argumental pero zombies sí, a punta pala.

La peli se podía haber llamado perfectamente “Guerra Piruleta” “Manillar de bicicleta” o “Un papá genial”. Esto no es cine de género, es cine familiar, para verlo el domingo con el papá, la mamá, los nenes y la abuelita. Es una peli de las que te cascan en el AVE. Es un auténtico truño. Zombies moñas, lo que nos faltaba.

Brad Pitt es un padre de familia sensiblera, con unas hijitas que gritan “¡papá, quiero mi mantita!” en pleno accidente de tráfico. Mira niña, tu papá está al volante, impidiendo que os matéis todos, así que cállate la boca y no digas polleces, que esto es una peli de zombies.
Aunque, en realidad, no lo es. Los zombies pintan menos que en The Walking Dead. Lo que sale aquí son unos señores feos y digitales que corren y saltan y vuelan, e incluso, si son palestinos, se montan un casteller para saltar el muro y atacar a los israelíes que cantan, cual rociero saltando la reja, pero en menos terrorífico. Una peli americana como Dios manda, con sus buenos y sus malos, ahí, repartidos en plan sutil.
También sale, de vez en cuando, algún zombie de cerca, como ese científico soso al que le castañetean los dientes cuando mira a Brad Pitt, como si fuese una grupie.
Y también pasan un montón de cosas idiotas, como eso de que salgan zombies de los armarios (zombies gays ¿?), o eso otro de que en un vuelo comercial haya un perromierda, feo como un pecado, por ahí correteando y ladrando a todo quisque. El perro suelto y los pasajeros encerrados en armarios, pero ¿qué vuelo es ese? Y al loro las maletas que sacan del portaequipajes, tamaño baúl de la Piquer. Lo mismo es que era un avión sin bodega...

Si te gustó “Beethoven, uno más en la familia” te encantará esta peli. Pero si opinas que los zombies deben morder y, en consecuencia, la gente debe sangrar, mejor no veas esta pamplina, que te vas a aburrir mogollón.
VALDEMAR
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