Me he quedado con un sin sabor después de ver la cinta, en el punto concreto en qué en realidad no se si me gustó o la descarto, y tampoco tengo claro por qué.
One day narra una conmovedora historia, cuya principal cualidad es que es real, real y cruda como la vida misma, y es que el amor y las relaciones humanas no son como las pintan en las irritantes y comunes comedias románticas de la época, esas que se esfuerzan por idealizar algo que no necesita ser idealizado, pues así con sus amarguras y defectos es lo más característico y bello de la humanidad.
Emma y Dexter son dos jóvenes que se quieren con un cariño neto y a menudo enfermizo, se necesitan el uno al otro para vivir, pero esperan dos décadas para entender que se aman y que deben estar juntos, demasiado tarde dirán muchos, pero eso es lo que hace que la película sea tan especial.

Más allá del amor, la película se refiere a muchas otras situaciones humanas que nos tocan una fibra interna. El chico que soñaba con la fama y el dinero, lo consigue, pero lo pierde...y es que así es la vida; nada dura para siempre y en el malévolo mundo de la televisión los años se convierten en el principal enemigo de un presentador o actor. La chica humilde, que gracias a su inseguridad se impide alcanzar el éxito que siempre pudo tener en sus manos, al final se decide y logra saborear un poco de lo que nunca tuvo ni soñó.

No estamos frente a una comedia romántica como cualquier otra, creo que por eso me ha gustado tanto, porque significó mi reconciliación con el género. Sus altibajos y su capacidad para mezclar acertadamente lo dramático y lo cómico son, sin lugar a duda, su salvación. Anne y Jim, fenomenales, quién se puede resistir a amarlos después de esta película?

y sin embargo no puedo ponerle un 8, un 9 o un 10... su duración es innecesaria, se pudo conseguir un mejor resultado omitiendo tantas situaciones repetitivas que se presentan a lo largo del film. Siento que al principio las cosas suceden tan lentamente que al final de la película Lone Scherfig pretende abarcarlo todo en a penas unos minutos, un final que pudo haber sido mucho más magistral, reducido a un instante simple de drama. La última escena de Dexter y su padre, debo decirlo, es absolutamente genial.