Anomalía total en series de tv, segundas temporadas pueden ser no tan buenas como las primera, sino muchísimo mejores.
Uno que se pensó y repensó el ver una segunda temporada de Chance después de la flojita primera, (un 6 siendo benevolentes), y a pesar del reparto y de mi amada Gretchen Mol, al final cayó víctima del carisma de D, de la hija del doctor Chance y del propio Hugh Laurie.
Pues bien, no me arrepiento en absoluto, la segunda temporada es simplemente magnífica, no sobra nada, ni el mas mínimo dialogo, ni la mas mínima acción.
Además, he de agradecer que los casos ocupen una temporada entera, y que no se trasladen a las posteriores, al menos por ahora, mas que algunas situaciones como meros efectos colaterales y algún que otro personaje o comentario, se ha cerrado, pues se acabó.
No voy a desvelar nada de las tramas, prefiero que ustedes mismos las descubran, así como las evoluciones de los personajes, empezando por el dr. Chance y su propia hija, la verdad, una de las series mas inteligentes que he visto y con una carga de ética y moralidad que da que pensar.
Sinceramente, aparte de las propias tramas y/o acción, el contenido psicológico y moral ante el delito, víctimas y verdugos, es simplemente impresionante.