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Voto de Midori:
8
7,0
32.562
Drama
Harvey Milk, el primer político abiertamente homosexual elegido para ocupar un cargo público en Estados Unidos, fue asesinado un año después. A los cuarenta años, cansado de huir de sí mismo, Milk decide salir del armario e irse a vivir a California con Scott Smith. Una vez allí, abre un negocio que no tarda en convertirse en el punto de encuentro de los homosexuales del barrio. Milk se convierte en su portavoz y, para defender sus ... [+]
10 de enero de 2009
258 de 307 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta crítica no es nada más que una buena excusa para relataros 3 historias de lo más... esclarecedor, aviso.
1-RADIOGRAFÍAS ESCOLARES
Pues bien, cuando yo iba al cole (no hace tanto, por cierto) no sé por qué extraña razón todas mis profesoras pensaban que yo era lesbiana. Soy heterosexual, o al menos eso creo, sólo sé que de momento no me ha dado por sentir nada por ninguna mujer. El caso es que un día una de mis profesoras más jóvenes me pilló in-fraganti en el baño:
-¡Ey! Espera, no te vayas, quiero hablar contigo. (¿Quiero hablar contigo? Qué miedo)
-¿De qué?
-Te quería preguntar... Es que... Verás... (los rodeos, primeros indicios de que algo malo pasa)
¿Eres lesbiana?
-Jajajajaja. (Me reí en su cara, sí, lo siento, no pude evitarlo)
-Que no pasa nada si lo eres, ¿eh? (no, claro, por eso le preguntas a todos los demás si son heterosexuales, ¿no?) Es sólo por saberlo, por si puedo ayudarte. (A superar tu enfermedad, le faltó)
-¿Y por qué me preguntas eso?
-No sé... Impresiones. (¿Impresiones? ¡Hola! ¡Soy lesbiana! Mira, llevo el pelo corto, una señal inequívoca)
Total, que no le dije ni sí ni no, le dije que no sabía, que si yo le había preguntado a ella por su orientación sexual. Así que hasta que acabó el cole fui la lesbiana oficial.
(no hay ningún spoiler abajo)
1-RADIOGRAFÍAS ESCOLARES
Pues bien, cuando yo iba al cole (no hace tanto, por cierto) no sé por qué extraña razón todas mis profesoras pensaban que yo era lesbiana. Soy heterosexual, o al menos eso creo, sólo sé que de momento no me ha dado por sentir nada por ninguna mujer. El caso es que un día una de mis profesoras más jóvenes me pilló in-fraganti en el baño:
-¡Ey! Espera, no te vayas, quiero hablar contigo. (¿Quiero hablar contigo? Qué miedo)
-¿De qué?
-Te quería preguntar... Es que... Verás... (los rodeos, primeros indicios de que algo malo pasa)
¿Eres lesbiana?
-Jajajajaja. (Me reí en su cara, sí, lo siento, no pude evitarlo)
-Que no pasa nada si lo eres, ¿eh? (no, claro, por eso le preguntas a todos los demás si son heterosexuales, ¿no?) Es sólo por saberlo, por si puedo ayudarte. (A superar tu enfermedad, le faltó)
-¿Y por qué me preguntas eso?
-No sé... Impresiones. (¿Impresiones? ¡Hola! ¡Soy lesbiana! Mira, llevo el pelo corto, una señal inequívoca)
Total, que no le dije ni sí ni no, le dije que no sabía, que si yo le había preguntado a ella por su orientación sexual. Así que hasta que acabó el cole fui la lesbiana oficial.
(no hay ningún spoiler abajo)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
2-TERROR EN LA UNIVERSIDAD
Esto ocurrió hace escasas semanas y digamos que cambió mi concepción de los jóvenes españoles. Os pongo en situación: yo estoy en primero de derecho y economía (es decir, todo chavales de 18 años). No sé a santo de qué, el profesor de teoría del derecho dijo: Que levanten la mano los que estén a favor de los matrimonios homosexuales. Pues bien, la levantamos 4 de 25, es decir, los tres con los que me voy y yo. GENIAL. Y, por cierto, en el grupo de los que NO va incluido un homosexual declarado y homófobo (tócate las narices). Así es que, queridos amigos gays, si necesitáis un abogado dentro de unos años, mucho cuidadín...(Llamadme a mí, je)
3-SANGRÍA EN EL CINE
Y ahora llego a la historia realmente interesante, la razón real de que haya escrito esta crítica: Lo que me pasó ayer en el cine. Entré a ver Mi nombre es Harvey Milk y cuál es mi sorpresa cuando a mitad de película dos sujetos de sexo masculino (y con la masculinidad subida) se levantan, cogen sus abrigos y se largan. Pero eso sí, no podían largarse sin más dejando que todos los demás creyésemos que se iban al tanatorio o al hospital en plan urgencia, no, tenían que darnos razones. "¡Para ver a una panda de maricones liándose y dándose por culo me voy a Chueca!" ¿Y qué pasó entonces? Que alguien muy parecido a mí, sentado en la misma fila que yo e incluso en el mismo asiento replicó: ¡Pírate, engendro! (Y menos mal que lo que tiene el cine es que no se ve un pimiento porque si no me voy con un ojo morado a casa) Al hombre aquel le salieron plumas y cresta, pero al final se fue, fiuu...
Así pues, ¿conclusión? En esta película se trata a los homosexuales como personas, y eso fue lo que molestó a los machos Alfa, que no los tratasen como animales de circo. No digo que sea una excelente película ni una película necesaria, porque eso no existe, pero, vaya, es un buen medio para darnos cuenta de que estamos en el 2009, pero como si viviésemos aún en 1978... EN FIN.
Esto ocurrió hace escasas semanas y digamos que cambió mi concepción de los jóvenes españoles. Os pongo en situación: yo estoy en primero de derecho y economía (es decir, todo chavales de 18 años). No sé a santo de qué, el profesor de teoría del derecho dijo: Que levanten la mano los que estén a favor de los matrimonios homosexuales. Pues bien, la levantamos 4 de 25, es decir, los tres con los que me voy y yo. GENIAL. Y, por cierto, en el grupo de los que NO va incluido un homosexual declarado y homófobo (tócate las narices). Así es que, queridos amigos gays, si necesitáis un abogado dentro de unos años, mucho cuidadín...(Llamadme a mí, je)
3-SANGRÍA EN EL CINE
Y ahora llego a la historia realmente interesante, la razón real de que haya escrito esta crítica: Lo que me pasó ayer en el cine. Entré a ver Mi nombre es Harvey Milk y cuál es mi sorpresa cuando a mitad de película dos sujetos de sexo masculino (y con la masculinidad subida) se levantan, cogen sus abrigos y se largan. Pero eso sí, no podían largarse sin más dejando que todos los demás creyésemos que se iban al tanatorio o al hospital en plan urgencia, no, tenían que darnos razones. "¡Para ver a una panda de maricones liándose y dándose por culo me voy a Chueca!" ¿Y qué pasó entonces? Que alguien muy parecido a mí, sentado en la misma fila que yo e incluso en el mismo asiento replicó: ¡Pírate, engendro! (Y menos mal que lo que tiene el cine es que no se ve un pimiento porque si no me voy con un ojo morado a casa) Al hombre aquel le salieron plumas y cresta, pero al final se fue, fiuu...
Así pues, ¿conclusión? En esta película se trata a los homosexuales como personas, y eso fue lo que molestó a los machos Alfa, que no los tratasen como animales de circo. No digo que sea una excelente película ni una película necesaria, porque eso no existe, pero, vaya, es un buen medio para darnos cuenta de que estamos en el 2009, pero como si viviésemos aún en 1978... EN FIN.