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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Charly Barny:
7
Drama Inspirada en una impactante historia real. Un tenaz abogado (Mark Ruffalo) descubre el oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes y enfermedades con una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga su futuro, su trabajo y hasta su propia familia para sacar a la luz la verdad.
14 de marzo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lejos quedó aquel cine experimental de sus principios como director de cine de Todd Haynes. Sus últimas películas muestran un cine más apegado a las formas y a las tradiciones que a la experimentación. No obstante, hay en él una actitud polémica, un discurso que va más allá de las formas, mantiene una tesitura comprometida, cierto inconformismo, incluso rasgos de rebeldía con un sistema que presenta espacios vulnerables. Allí está el cine de Haynes, donde los más débiles pueden transformarse en victimas sin poder contar con el apoyo de nadie, mucho menos con el Estado, quien se contenta cuando una empresa paga debidamente los impuestos sin importar si se evaden otras responsabilidades.
Viendo su filmografía podría pensarse que la vulnerabilidad de la sociedad americana no es ni más ni menos permeable que cualquier otra sociedad. Los personajes que habitan su cine están al borde de ser anti sistema. Incluso, algunos de ellos, ha sido dejado en ese borde sin recibir ayuda de nadie, en particular, de un Estado que siempre parece ausente.
El estreno de esta semana, El Precio de la Verdad, muestra la indefensión del ciudadano frente a la omnipotencia de una gran empresa que no solo contamina las aguas con sus desechos industriales sino que vende un producto masivo como las sartenes para cocinar de Teflón que pueden provocar severos daños de salud, particularmente en el sistema digestivo.
Haynes desarrolla el caso de contaminación ambiental que Rob Bilot, un abogado corporativo, entabla contra Du Pont, haciendo incapie en una demanda promovida contra la planta de Washington Works, al sur de Parkersburg, Virginia Occidental, donde el producto químico tóxico C8 se usó durante más de 50 años, contaminando el agua del Rio Ohio y afluentes, y capas de agua de las zonas vecinas provocando cáncer de riñón, testicular, colitis ulcerosa, enfermedad tiroidea, hipertensión y colesterol alto.
En el mejor estilo americano, Mark Ruffalo encarna a Rob Bilot, un abogado defensor, individualista, convencido de su verdad y de la honestidad de su demanda ambiental contra esa compañía industrial. Bilot es el típico héroe solitario, honesto, e íntegro convencido de la razonabilidad de la causa, aun llevando todas las de perder, capaz de sacrificar su salud y su familia para que la justicia tenga lugar.
En el fondo de la trama se oculta un increíble crimen contra la humanidad pergeñada en nombre del desarrollo, la industria, la ocupación y la comodidad del ser humano. La película se va transformando de un film testimonial a un film de terror porque los intereses en juego, las ganancias del emporio industrial involucrado son tan altas, y tan altos son los impuestos que reciben los estados en los cuales están radicadas las fábricas, que los intereses económicos terminan imponiéndose sobre los derechos y las vidas de la innumerable cantidad de personas afectadas.
El Precio de la Verdad termina siendo una película de terror porque lo que narra es cierto, realmente sucedió. Se trata, además, de una falta de autorregulación estatal, de grandes empresas que ignoran su responsabilidad civil, a la vez que no prestan atención al desastre ecológico que producen al no prestar atención al destino de sus desechos industriales y al encubrimiento de investigaciones médicas que han mostrado los efectos nocivos producidos por dichos desechos.
El film de Haynes termina elevándose sobre la medianía del cine americano de puro entretenimiento para narrarnos, con una solidez sorprendente, un hecho real al que la opinión pública y los medios no le han prestado la suficiente atención.
Acompañan a Ruffalo un elenco de notables compuesto por Anne Hathaway como su esposa, Tim Robbins como el abogado Tom Terp y Bill Pullman como Harry Dietzler, otro abogado que trabajó muchos años para llevar a las grandes corporaciones estadounidenses a la justicia.
Charly Barny
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